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Puesta en escena Latinoamericana

de la Medea de Lucio Anneo Séneca

por: Luigi Maria Musati

LUCIO ANNEO SÉNECA: Ciudadano romano nacido en la màs romana de todas las provincias: Iberia, maestro en el uso de la lengua latina, madre de nuestras lenguas, verdadero y autentico padre del teatro moderno, desde Shakespeare a Artaud, Seneca ha sido un campo de experimentaciòn inagotable para los actores, directores y dramaturgos que lo encuentran. La terrificante naturaleza fìsica de la palabra senecana, su formidabile relaciòn con el ritmo y la musica, su capacidad evocativa y la violencia de su investigaciòn, hacen de Seneca un autor absolutamente contemporaneo y verdaderamente universal.

Poner en escena a Séneca es siempre una tarea ardua y por esto profundamente interesante, se sabe que las tragedias Senecanas no fueron escritas para ser "puestas en escena", según las reglas tradicionales de entonces, se trata de una verdadera experimentación dramaturgica, que parte del proyecto de confiar a la sola "performaciòn" de la palabra, la construcción de toda la acción, sin recurrir a escenas, movimientos ò vestuarios. La voz del actor es el ùnico instrumento para el cual Séneca escribe, convencido de la fuerza evocativa y creadora de la misma palabra, el texto Senecano no contiene implícitamente la acción de los personajes y los movimientos de la escena, como según el sentido común demanda, como sucederia en un texto "normal", La palabra es explícitamente toda la acción, una palabra que no tiene nada de abstracto pero que es cuerpo que exige ser voz, una voz que también es "cosa", "mundo". Séneca, explotando sus competencias de habilísimo escritor pero también de habilísimo orador (ósea per formador de la palabra) esculpe a través del "legomenon" (las cosas "dichas"), todo el "dromenon" (las acciones) y dicta de esta manera su desafió al actor, antes que al director, que hoy se acuda a él.

Volver plástica la palabra, involucrar en ella, con crueldad artaudiana, la violencia de un gesto que es provocatoriamente removido.

A esta dificultad que podríamos definir intrínseca, se unen para nosotros otras, primero que todo el problema de la lengua, es evidente que la experimentación senecana se apoya sobre las posibilidades y sobre las competencias de la lengua latina, que nuestras lenguas romances han heredado solo en parte, la primera de estas competencias es precisamente aquella que hemos perdido del todo: la estructura musical de la composición, fundada sobretodo sobre el senario yámbico y su estructura rítmica y melódica, una zona limítrofe entre lo que hoy distinguimos como recitación y canto, los cuales están unidos entre ambos en una ùnica acción, de aquí el problema de individuar una traducción que permita una experimentación actorial adecuada y un sistema de ensayos que estén dirigidos a esto.

La segunda dificultad es mas obvia y común a cualquier texto clásico, Séneca nos habla de una lejanía plurisecular, que no se supera con fáciles actualizaciones y mucho menos con referimientos al presente cotidiano. No es Medea la que debe buscarnos, al contrario, somos nosotros, actores y público, los que debemos "volver atrás" para encontrar a Medea, no por un gusto arcaico, ni con expedientes estéticos, pero si con toda la violencia in natural del que tiene necesidad de invertir el curso del tiempo. La voz de Medea nos llega de un pozo profundo: somos nosotros los que debemos asumir el desafió, vencer el terror y calarnos en el pozo cuya vorágine se abre al centro mismo de nuestro ser aquí y ahora "hombres del presente".

Una ùltima nota se refiere al tema constante de las tragedias de Séneca, su "conflicto fundante", Séneca fue uno de los miembros más ilustres de aquella corriente filosófica plurisecular que lleva el nombre de "estoicismo", que, por algunas de sus características éticas, tiene una profunda influencia sobre el naciente cristianismo (es más se hablo de un Séneca convertido por S. Paulo). La filosofía estoica tiene más de un aspecto "dramático" basto para todos los acentos sobre la naturaleza conflictiva entre virtud y vicio, significàran lo que significàran ahora o después dichas palabras.

El conflicto fundante en Séneca es el choque entre "furor" y "recta mens", entre el desbordamiento desmesurado de la pasión (hoy podríamos decir del Ego) que golpea el equilibrio sereno y lucido de la "mente disciplinada". Aquí actualizar simplificando seria gravísimo, transformáriamos a Medea en una especie de coloradísima Pia Omelia de cualquier hábil predicador de cuaresma, Precisamente Medea quien no concede la gratificación y la tranquilidad del "castigo de los culpables", esto seria mortal, el equilibrio esta siempre en riesgo y el deshumano esta siempre demasiado humano, el monstruo que nos habita se nutre indiferentemente de nuestros vicios como de nuestras virtudes, no se logra domesticar, no se logra adormecer. Vivir significa ser consiente de este constante riesgo.

Como afrontar estos y los demás problemas de la puesta en escena de la Medea de Séneca? Esto no puede ser objeto de "apuntes de dirección": lo entenderemos solo aceptando el desafio.