Una tarde de lluvia, en un lugar incierto a orillas del Nilo. Han traído el cadáver del bello Antínoo, ahogado de forma misteriosa. El coro, asistente funerario, está esperando el ingreso del emperador Adriano. El tiempo dramático es el tiempo real y en este lapso tendremos el privilegio de estar en el momento en el cual el César en su locura por la pérdida de su efebo intenta arrancarlo de la muerte deificándolo.

Antínoo, es un poema dramático, dividido en 42 estrofas, escrito por Fernando Pessoa en lengua romántica inglesa, que remite a tradiciones egipcias, griegas y latinas, y su sustancia dramática es el profundo dolor del emperador Adriano por la muerte de su joven esclavo, a quien decide, por mandato imperial, elevar a categoría de nuevo dios.

El equipo de dramaturgia del Colectivo Teatral Matacandelas ha consultado la versión en inglés y cotejado línea por línea hasta seis traducciones al castellano, tratando de conservar su estructura narrativa, con las modificaciones que pueden reclamar las necesidades de la representación: un coro que acompaña, comenta, canta, y de otro lado el lamento desgarrador del hombre más poderoso del mundo derrotado por la muerte.

6 individuos, amigxs, colegas y compañeros de andanzas, que atraviesan una existencia dolorosa, putrefacta y maloliente, mientras desnudan los espíritus, suyos y de los que con exceso y sin finales felices se sumergieron en la sepultura del vicioso amor. Situados en la volatilidad de una ciudad que los vomita y los especta sobre un espacio compartido, dejando el amor como único refugio y fuente de vida (o muerte).
Libre adaptación por Sergio Cadavid y Camilo Bahamón, de la novela de Efraim Medina Reyes, Érase una vez el amor pero tuve que matarlo; dirigida por Camilo Bahamón y bajo la dirección sonora de Sebastián Gama, agradecimiento especial a Juan Por Dios. En esta ocasión LA COMBA PRODUCCIONES le apuesta a una experiencia sonora, con tintes teatrales, movilizados por una atmósfera underground.

Colectivo de artistas Colombianos, dedicados a la creación y producción escénica, dirección de arte y producción de eventos artísticos; con una trayectoria que los ha llevado a trabajar en escenarios como el Teatro La Candelaria, El Teatro Nacional, Festival Selva Adentro, El Anhelo del Salmón, Teatro La Mama y en completa complicidad con La Barracuda Carmela, el teatro LA MAMA y El Teatro Matacandelas. La necesidad al cuestionamiento propio como responsabilidad artística y la capacidad kinestésica de poner en diálogo constante las demás disciplinas del arte para generar nuestros proyectos creativos, son la espina dorsal de este colectivo.

6 individuos, amigxs, colegas y compañeros de andanzas, que atraviesan una existencia dolorosa, putrefacta y maloliente, mientras desnudan los espíritus, suyos y de los que con exceso y sin finales felices se sumergieron en la sepultura del vicioso amor. Situados en la volatilidad de una ciudad que los vomita y los especta sobre un espacio compartido, dejando el amor como único refugio y fuente de vida (o muerte).
Libre adaptación por Sergio Cadavid y Camilo Bahamón, de la novela de Efraim Medina Reyes, Érase una vez el amor pero tuve que matarlo; dirigida por Camilo Bahamón y bajo la dirección sonora de Sebastián Gama, agradecimiento especial a Juan Por Dios. En esta ocasión LA COMBA PRODUCCIONES le apuesta a una experiencia sonora, con tintes teatrales, movilizados por una atmósfera underground.

Colectivo de artistas Colombianos, dedicados a la creación y producción escénica, dirección de arte y producción de eventos artísticos; con una trayectoria que los ha llevado a trabajar en escenarios como el Teatro La Candelaria, El Teatro Nacional, Festival Selva Adentro, El Anhelo del Salmón, Teatro La Mama y en completa complicidad con La Barracuda Carmela, el teatro LA MAMA y El Teatro Matacandelas. La necesidad al cuestionamiento propio como responsabilidad artística y la capacidad kinestésica de poner en diálogo constante las demás disciplinas del arte para generar nuestros proyectos creativos, son la espina dorsal de este colectivo.

Enrique Buenaventura en sus procesos de creación colectiva, logra desentrañar historias de dolor y sufrimiento vividas a través de los años en Colombia; como el dolor, el sufrimiento y la sangre, son vividas, además de padecida por distintas personas, toda Colombia, sufre en carne propia la despiadada violencia desde los hogares, la sociedad y la política, no sólo quién lo vive efectúa esos papeles del infierno, cada uno desde su existir los sufre o los hace sufrir, los niega o se hace irreverente ante lo que desangra esta sociedad indolente frente a la angustia del otro. Colombia más de 100 años de violencia que recorren las venas de un País que por medio del teatro se reivindican y se hacen nuevamente vida e historias, las lágrimas de sangre que durante años ha tenido que padecer, ninguna persona puede borrar de su mente la violencia que ha entrañado las familias y sociedad colombiana, el teatro en estos papeles del infierno se vive despiadadamente.
En tres cuadros teatrales, la Corporación Teatro Girante logra ser parte de esta historia a sus espectadores, todos transversalizados por el dolor y el sufrimiento que han enmascarado este país, una maestra que con dolor y angustia recuerda su vida dedicada con amor y esmero a enseñar lo esencial para el ser, madres que luchan con un dolor que les ha arrebatado a sus hijos, las traiciones que del ser querido por ser querido pueden llegar a ser más dolorosas, los celos despiadados que alcanzan la angustia de acabar con la vida incluso del ser amado. En un momento teatral, logramos encarnar para que usted viva con nosotros este dolor que cobija a nuestro país y nos recuerda la violencia que añoramos dejar, la paz y tranquilidad que como utopía perseguimos a diario; esta obra publicada en la década de los 90's llevada a escena por Teatro Girante en el año 2014 con la dirección de Javier Gómez y Cristobal Peláez con dolor nos hacer ver que bien pudo haber sido escrita ayer pues su vigencia está latente, aun despertamos con las noticias de falsos positivos, cada día más víctimas de la guerra y del mismo estado.

Enrique Buenaventura en sus procesos de creación colectiva, logra desentrañar historias de dolor y sufrimiento vividas a través de los años en Colombia; como el dolor, el sufrimiento y la sangre, son vividas, además de padecida por distintas personas, toda Colombia, sufre en carne propia la despiadada violencia desde los hogares, la sociedad y la política, no sólo quién lo vive efectúa esos papeles del infierno, cada uno desde su existir los sufre o los hace sufrir, los niega o se hace irreverente ante lo que desangra esta sociedad indolente frente a la angustia del otro. Colombia más de 100 años de violencia que recorren las venas de un País que por medio del teatro se reivindican y se hacen nuevamente vida e historias, las lágrimas de sangre que durante años ha tenido que padecer, ninguna persona puede borrar de su mente la violencia que ha entrañado las familias y sociedad colombiana, el teatro en estos papeles del infierno se vive despiadadamente.
En tres cuadros teatrales, la Corporación Teatro Girante logra ser parte de esta historia a sus espectadores, todos transversalizados por el dolor y el sufrimiento que han enmascarado este país, una maestra que con dolor y angustia recuerda su vida dedicada con amor y esmero a enseñar lo esencial para el ser, madres que luchan con un dolor que les ha arrebatado a sus hijos, las traiciones que del ser querido por ser querido pueden llegar a ser más dolorosas, los celos despiadados que alcanzan la angustia de acabar con la vida incluso del ser amado. En un momento teatral, logramos encarnar para que usted viva con nosotros este dolor que cobija a nuestro país y nos recuerda la violencia que añoramos dejar, la paz y tranquilidad que como utopía perseguimos a diario; esta obra publicada en la década de los 90's llevada a escena por Teatro Girante en el año 2014 con la dirección de Javier Gómez y Cristobal Peláez con dolor nos hacer ver que bien pudo haber sido escrita ayer pues su vigencia está latente, aun despertamos con las noticias de falsos positivos, cada día más víctimas de la guerra y del mismo estado.

El atravesado constituye la primera publicación en forma de libro de Andrés Caicedo y se inscribe de paso también en el primer relato de literatura urbana en Colombia. Aquí aparece un bosquejo contundente de lo que va a ser toda la escritura de Andrés Caicedo, sus estrechas obsesiones. En la obra emerge una juventud desprendida de lo rural, habitante del cemento y del asfalto, rueda suelta en la confusión citadina que se agrupa para el desorden, la fiesta, la pelea y el bataneo. Cualquier cosa que esté en contradicción con el mundo formal de los adultos.

El protagonista es una rueda suelta que se magnetiza por los colores vivos y la refriega, ataca con todas sus proteínas adolescentes y se defiende rabioso contra lo establecido. Lo maravilloso y lo poético (lo fundamental en Andrés Caicedo es la poesía) es que este anónimo camorrero por medio de los golpes y del sufrimiento va aprendiendo a adquirir una conciencia sobre el contexto que habita.

El atravesado constituye la primera publicación en forma de libro de Andrés Caicedo y se inscribe de paso también en el primer relato de literatura urbana en Colombia. Aquí aparece un bosquejo contundente de lo que va a ser toda la escritura de Andrés Caicedo, sus estrechas obsesiones. En la obra emerge una juventud desprendida de lo rural, habitante del cemento y del asfalto, rueda suelta en la confusión citadina que se agrupa para el desorden, la fiesta, la pelea y el bataneo. Cualquier cosa que esté en contradicción con el mundo formal de los adultos.

El protagonista es una rueda suelta que se magnetiza por los colores vivos y la refriega, ataca con todas sus proteínas adolescentes y se defiende rabioso contra lo establecido. Lo maravilloso y lo poético (lo fundamental en Andrés Caicedo es la poesía) es que este anónimo camorrero por medio de los golpes y del sufrimiento va aprendiendo a adquirir una conciencia sobre el contexto que habita.

El atravesado constituye la primera publicación en forma de libro de Andrés Caicedo y se inscribe de paso también en el primer relato de literatura urbana en Colombia. Aquí aparece un bosquejo contundente de lo que va a ser toda la escritura de Andrés Caicedo, sus estrechas obsesiones. En la obra emerge una juventud desprendida de lo rural, habitante del cemento y del asfalto, rueda suelta en la confusión citadina que se agrupa para el desorden, la fiesta, la pelea y el bataneo. Cualquier cosa que esté en contradicción con el mundo formal de los adultos.

El protagonista es una rueda suelta que se magnetiza por los colores vivos y la refriega, ataca con todas sus proteínas adolescentes y se defiende rabioso contra lo establecido. Lo maravilloso y lo poético (lo fundamental en Andrés Caicedo es la poesía) es que este anónimo camorrero por medio de los golpes y del sufrimiento va aprendiendo a adquirir una conciencia sobre el contexto que habita.

Una representación épica, coral y musical, para traer a la memoria del espectador de hoy los sucesos que dieron lugar a uno de los acontecimientos más dolorosos de la historia de Colombia en el siglo XX. Un grupo de actores se encuentra a propósito en un escenario vacío para que los fantasmas, verdugos y víctimas, regresen a contarnos su historia. Escucharlos, imaginarlos, para tratar de comprenderlos.

Una representación épica, coral y musical, para traer a la memoria del espectador de hoy los sucesos que dieron lugar a uno de los acontecimientos más dolorosos de la historia de Colombia en el siglo XX. Un grupo de actores se encuentra a propósito en un escenario vacío para que los fantasmas, verdugos y víctimas, regresen a contarnos su historia. Escucharlos, imaginarlos, para tratar de comprenderlos.

Una representación épica, coral y musical, para traer a la memoria del espectador de hoy los sucesos que dieron lugar a uno de los acontecimientos más dolorosos de la historia de Colombia en el siglo XX. Un grupo de actores se encuentra a propósito en un escenario vacío para que los fantasmas, verdugos y víctimas, regresen a contarnos su historia. Escucharlos, imaginarlos, para tratar de comprenderlos.

Música, humor, títeres, teatro, baile y canciones. Pinocho es el inventario de una vital experiencia pública. Un goce permanente es este Pinocho, muñeco de madera, mentiroso y travieso, al que le hace compañía un ejército de loquillos que le siguen el juego. Geppetto, Lorenzini, Polichinela, Colombina.

Pinocho ha convertido a la niñez en una gran logia universal, traspasando la barrera de todos los países. Más que un libro, un personaje o un tejido de aventuras nos encontramos con un espíritu de la preadolescencia, una ficción libertaria, un leit motiv de nuestra naturaleza sin domeñar, un rasgo transversal de una práctica estética que como el teatro, busca recuperar “esa sombra breve de la infancia”: juego, alegría, magia, contradicción, drama, humor; la infancia como un mundo hacia adentro, la madurez como un mundo hacia afuera (Geppetto), el regreso a nuestra única patria: la infancia.

Energía para regalar es el nuevo álbum que el dúo colombiano presentará en 21 países del mundo durante el 2020. El lanzamiento del álbum tendrá fecha en marzo de este año. El Caribefunk es pura música afrocaribeña, fusionada con funk y sonidos exóticos de su ciudad natal, Cartagena de Indias, uno de los principales puertos históricos de América del Sur.
Hoy es una banda emergente, independiente y autogestionada, con un sonido claro y fresco que mezcla poesía con ritmos que te hacen que bailar, con un mensaje lleno de optimismo, de alegría y celebración a la vida. Son bien recibidos por un público "underground" de diversas nacionalidades. Desde 2013, la banda ha lanzado como álbumes ("El Caribefunk" en 2013, "El Playaman" en 2014, "Tunsé" en 2018, “Bitacoras” en 2019 y próximamente “Energía para regalar” en marzo de 2020).
La banda ha girado sin disqueras ni compañías por más de 150 ciudades en más de 22 países del mundo desde su conformación.