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CUADERNO DE REFLEXIONES SOBRE LA COSA TEATRAL
CASOS Y COSAS DEL TEATRO EN ESTA CIUDAD
Por Cristóbal Peláez González
Publicado por el periódico EL MUNDO. 1999
- Vi a un actor (llamémoslo así por comodidad semántica) envanecido, con voz impostada, engrandecido, supertenaz y se me vino urgente el recuerdo de los datos de una galaxia compuesta por cien mil millones de estrellas (!cien mil millones!) cuyo diámetro es cien mil años luz (!cien mil años luz!) y este pendejito mientras tanto se movía y se retorcía tratando de hacernos creer que era una maravilla cósmica.
- El teatro en Medellín empieza a recular, empiezan los equipos de producción a mostrar grandes debilidades. Si se quiere sobrevivir como grupo y entidad el teatro debe ayudarse con programación de cine, talleres, exhibición de pinturas, programación musical, vídeos; terminaremos todos los teatros de Medellín convertidos en Casas de la Cultura: arte francés, decoración, floristería, peluquería, acuñadas con venta de materas, aguacates y haciendo hojales y zig-zag (pasamos trabajos a máquina, fotocopias, se aplican inyecciones, si hay obleas, venta de cremas, reparamos sombrillas).
- Habría otra alternativa: que todos los actores se retiren del teatro y se dediquen a redimir en comunas y barrios con pedagogías de sensibilización y reinserción.
- ¿Y la investigación qué?
- Y la producción de obras teatrales de buena facturación qué?
- ¿Y el tiempo del artista qué?
- ("En el artista el ocio es un trabajo y su trabajo es un reposo")
- La pléyade de profesoristas, talleristas, induccionistas, sensibilistas, creativistas y el trabajo a destajo didáctico y pedagógico están sacando mucho sensible, mucho estudiado, mucho capacitado y el teatro...de...para abajo.
- ¿Qué hacer?
- Primera llamada telefónica: "Necesitaríamos que ustedes nos presenten una obra teatral que a) no sea muy larga b) que sea bien "charra" c) que no sea muy "tecnológica" pues sería para presentar en un patio a mediodía. d) Que el tema sea instructivo para enseñarle a niños y adultos a no contaminar los ríos, a ahorrar agua, a no tirar pólvora, a no pisar la grama, a cuidar la naturaleza, que hable sobre los peligros de la drogadicción, el alcoholismo y las malas compañías, que ojalá se refiera a la convivencia ciudadana y que finalmente, y lo más importante, hable de la paz, ya que en el sitio a donde van hay mucha chumbimba. Ah, y lo más importante, que no sea muy costosa la representación, porque como usted bien sabe estamos en austeridad debido a que el presidente saliente dejó el país quebrado".
- Reacción a este lado de la línea: !Plof!
- Se acabó el Festival de Teatro Juvenil de Envigado, un evento avalado y organizado por El Agora. Allí se reunían un centenar de jóvenes a montar teatro participando de una fiesta de los sentidos. Los muchachos, en representación de su respectivo colegio, acudían anualmente deseos de mostrar su punto de vista a través de obras de su propia inventiva y a veces con decorosos montajes con autores del repertorio universal.
- Becas y premios, estimulaban el hacer. En nuestro concepto este festival representaba uno de los certámenes con mayor posibilidad recreativa, pedagógica y creativa del Departamento. Pero no, de pronto el Municipio, que respaldó varias ediciones, consideró que eso no servía para nada, que eso era pura perdedera de tiempo y de plata y retiró todo su apoyo. Normal. Qué importan todos esos jovenzuelos bulliciosos, alborotados. !Que cojan oficio!
- !País de cafres, pueblito de mis cuitas, no merecéis a Fernando González, ni a Débora!.
- El Teatro "HORA 25", dirigido por Farley Velásquez, se constituye en uno de los casos raros en medio de la crítica situación. Sube cada día su nivel artístico, se vigoriza como grupo, como reunión y cooperativa de talento y disciplina, permanece, como las ratas (fe de ratas) - a punto de sin luz, sin agua, sin teléfono - sobreviviendo y, !milagro!, creando. Están concertados con la Alcaldía por 2 millones de pesos anuales. (sin comentarios). Son 12 muchachos deseosos de vivir en la plenitud de la creación artística, de perfilar una buena oferta de arte y reflexión. Y no, la ciudad callada, muda, inerte, yerta, sin respuesta.
- Así viven y mueren los jóvenes de mi ciudad.
- Pero ahora ya se volvió moda en Medellín y sus teatreros (favor leer en voz baja): "No podemos hablar hermano, porque ellos, los del gobierno, se enojan y entonces enojados y conociéndolos como son, nos desconciertan. Mejor callémonos".
- Y los del gobierno: "Ustedes los de teatro son muy de buenas, porque no iba a haber plata para nadie, pero hicimos un esfuerzo y vea, alguito resultó".
- (Se me viene el recuerdo de la millonaria que "sostiene" el convento de monjas de "Entre tinieblas", película de almodovar, filántropa a la cual "no se le pueden dar disgustos", una especie de merengue que se deshace a la menor húmeda caricia).
- Las noches de fin de semana sin las obras de teatro de El pequeño teatro, Fanfarria, Exfanfarria, Casa del Teatro, Hora 25, Teatro Popular de Medellín, Oficina Central de los Sueños, Manicomio de Muñecos, Matacandelas, Teatro de Seda, La Casa del Cuento, Nuestra Gente, La polilla, El Fisgón...serían noches sin fortuna, noches sospechosas.
- Pero alguien de teatro alzó la voz y dijo: "Cesemos la actividad teatral, vamos a ver como se ponen las noches de Medellín sin nada de teatro".
- Otro dijo: "Un paro de teatro sería tan eficaz como una huelga de jubilados".
- Otro dijo: "A las armas". Y eran puros fusiles de utilería.
- ¿Qué hacer?
- !Teatreros de Medellín unios a comprar la nueve millonaria!
- Segunda llamada telefónica: "Necesito grupo de teatro bueno, bonito y barato para amenizar fiesta popular en parque. ¿Cuánto me cuesta?". "Vale tanto". "Ah, carajo, por una tercera parte mejor me contrato un grupo de vallenato que me toca casi cuatro horas, me pone contenta a la gente y me la pone a tomar cerveza, que es lo que necesito".
- Reacción: Tiene razón el vendedor de cervezas. (si no fuera vendedor de cerveza sería un Modigliani)
- (Paréntesis: En Bogotá graffitti sobre una pared del T.P.B en venta: "Mira amor, un sueño menos".
- ¿Pero, bueno, es realmente importante el teatro? ¿Sirve para cosa alguna?
- Imaginémonos a Medellín todo cacharrerías, todo almacenes exitosos, todo ventas ambulantes, todo chicharronerías, todo estanquillos, todo fritangas, todo compras y ventas, todo automóviles, todo motos.
- ¿No hace falta por ahí algún pequeño rincón para el sueño, para la locura, para compartir angustias, para atisbar a alguien representando a otro, un pequeño cubículo para el símbolo, pequeños lugares para perseguir belleza? Señale con una x ( ) Si. ( ) No. ( ) Tal vez. ( ) No sabe, no responde.
- Tercera Llamada telefónica: "Desearía que su grupo estuviera con la obra tal y tal en nuestra programación cultural, pero sólo tenemos tanto de presupuesto", "Ese presupuesto es muy bajo". "Si, lo sé, y sé que esa cantidad es un insulto para su trayectoria y su calidad, lamentablemente solo eso tenemos porque debemos programar muchas cosas al bulto. En ese caso me contratare algo por ahí que se ajuste a ese presupuesto".
- Reacción de respuesta: espere las promociones de las grandes cadenas.
- Mucho más barato es programar uno tras otro y repetitivamente videos. Y abajo con la infaltable coletilla: " !Así la institución X cumple con la actividad cultural, cha, cha, chan!".
- Y los amigos preguntan: ¿Qué tal es "vender" teatro?. Respuesta: es como ofrecer epidemias.
- No obstante Medellín alcanza ya los dos millones de habitantes, es ya una ciudad grande. No tiene, no tendrá nunca una gran compañía de teatro. Solo proyecticos.
- Un productor español de teatro, Manu Aguilar, me dijo en cierta ocasión: "Es increíble la incapacidad que tienen ustedes para desarrollar ciertos aspectos de la cultura, en este caso el turismo. Por ejemplo: ¿Por qué su región no tuvo la lucidez de convertir la Cárcel La Catedral en un gran centro de atracción para el turismo? Hubiera sido muy interesante que Colombia y el mundo tuvieran acceso a un lugar donde estuvo recluida esa gran leyenda que es Pablo Escobar. Y sobre todo porque Medellín tiene pocas cosas para mostrar".
- Estuve de acuerdo y le respondí: es verdad, no tenemos como ustedes los españoles un acueducto de Segovia de construcción romana, no tenemos edificios del siglo XII, un Alcazar, un Toledo, tenemos si en cambio instituciones culturales del medioevo, personas y gobernantes con mentalidad siglo XVI.
- A propósito de ello, el plan estratégico de Medellín para 15 años carece de una palabrita: TEATRO. Se mencionan algunos establecimientos (Los establecimientos no son arte) y se habla de cultura así: "Los paisas, como tradicionalmente se les conoce, se caracterizan por su espíritu hospitalario y reconocida ética de trabajo, constituyen uno de los grupos de mayor identidad regional y, por ello mismo, presentan un gran potencial de convocatoria en torno a causas de interés colectivo". Y nada más.
- ¿Qué se dijo ahí? Despachado el asunto cultura, nada sobre expresión artística. "Un ojo en blanco no me dice nada" (Nicanor Parra)
- La cultura y la expresión artística: etiqueta y reglas de urbanidad.
- En Medellín se cree que al turista extranjero lo único que se le puede ofrecer es meterlo en una escalera llena de borrachos a tocar raspa y a tomar aguardiente. Rico Medellín de noche. Se me suben los colores a la cara.
- Hombres y mujeres de teatro, es hora de mirar nuestro rostro en el espejo: empieza a aparecer un pordiosero.
- ¿Qué hacer?
- Estamos en el quicio de un próximo milenio ¿No es hora de hablar? ¿Tendremos en el próximo tanto tonelaje de estupidez como en el pasado? ("Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez".
- "A los pobres hay que apalearlos para que se rebelen" (Baudelaire)