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CUADERNO DE REFLEXIONES SOBRE LA COSA TEATRAL

LA PUESTA EN ESCENA

Cristóbal Peláez González

CAPITULO UNO

ANOTACIONES Y ADVERTENCIAS

Es necesario anotar que la intención de este Taller hace énfasis en la necesidad de alertar a los directores de teatro sobre la reflexión de la puesta en escena como una multiplicidad, como "una espesura", como una concatenación de técnicas y artes.

No existe, no existirá, una normatividad respecto a LA PUESTA EN ESCENA, cada director, cada compañía escénica realiza su montaje de acuerdo a condiciones muy especificas. De Meyerhold a Brooks hay un abismo, y sin embargo ambos son auténticos artistas.

Por eso insistimos en las palabras de Oscar Wilde: "Una verdad en arte es aquella cuya proposición contradictoria también es verdadera".

Más que de "puesta en escena" se podría hablar de PUESTAS en escena.

Decimos "puestas" en escena, porque la representación adquiere modos de teatralidad diversos:

Para el arte no existe la verdad puesto que allí predomina lo subjetivo, es decir, EL GESTO, que puede ser expresión personal o colectiva.

Las razones por la cuales se realiza un montaje escénico son distintas:

Estas razones que a veces preferimos ignorarlas van a tener una enorme incidencia, en el resultado final.

Es importante consignar que de una misma partitura varía la representación conforme a la interpretación del equipo artístico, que puede enfatizar o privilegiar uno u otro de los siguientes aspectos:

Un texto dramático en su género y su estilo ya está dando las pautas de lo que será su forma final, no importa que el director y la compañía quieran realizar un nuevo experimento. Shakespeare puede ser rastreado bajo cualquier envoltura.

El montaje así mismo puede estar condicionado por factores externos de lugar y tiempo. La realidad social y la realidad geográfica casi siempre imponen sus condiciones.

CAPITULO DOS

CUESTIONARIO PRELIMINAR PARA LA PUESTA EN ESCENA.

EL TEXTO DRAMÁTICO.

EL DESTINATARIO.

LOS MEDIOS.

EL EQUIPO HUMANO Y ARTÍSTICO.

LA PROYECCIÓN.

PROMOCIÓN Y COMUNICACIÓNES.

PRODUCCIÓN.

CAPITULO TRES

PUESTA EN ESCENA

EL TEXTO.

Una puesta en escena siempre se realiza a partir de un texto, esto es, de una partitura. Un texto o una partitura que no es necesariamente la escrita, no necesariamente una elaboración dramaturgica. El teatro colombiano se ha distinguido justo en la gran variedad de formas en que recurre para tomar sus textos: Una noticia, un pasaje histórico, un poema, un cuento, una novela, un relato de la tradición oral, una biografía, y en muchos casos textos que son el resultado de improvisaciones que realizan los grupos a partir de alguna idea. La puesta en escena puede ser realizada partiendo de un sueño, una sensación, o incluso la urgencia de expresar algo indefinido.

A veces incluso la puesta en escena va creando el texto en una extraña aventura creativa.

Cuando se trata de hacer la puesta en escena a partir de un texto fijado de antemano el equipo de montaje no sólo debe tener un conocimiento exhaustivo de ese texto, debe leerlo una y otra vez sin límites ("El actor nunca leerá lo suficientemente un texto" Jean Vilar). Es necesario, además, estudiar de forma detallada al autor y su producción general. Cuanto más se conozca en todos sus aspectos mejores herramientas poseeremos para la interpretación.

Los métodos de leer, analizar y poner en escena un texto varían de acuerdo a múltiples factores en los que intervienen la experiencia, el estilo y la escuela de un director y un equipo.

Es por ejemplo diferente el montaje de un equipo que se conoce y lleva tiempo trabajando como grupo a un montaje realizado por una compañía asociada para una coyuntura.

Hay directores que insisten en alargar la etapa de análisis y otros que prefieren pasar rápidamente de la lectura a los ensayos confiando en la pericia e intuición de sus actores.

Hay directores que llegan al primer ensayo con la idea global del conjunto de puesta en escena, hay otros que prefieren encontrar en el decurso del proceso.

Los hay que llevan ya un plan pormenorizado -dibujos, descripción de movimientos, estilo actoral- sin dejar nada al azar.

Pero también los hay que prefieren ignorar cualquier idea prefijada.

La etapa de improvisaciones es un recurso común, hay no obstante momentos -raros y felices momentos- en que esta etapa se hace innecesaria. En cualquier manifestación estética ocurre el hallazgo súbito.

Sobre esto no existe una verdad científica. Cada director y cada equipo encuentra su interpretación y la metodología apropiada.

LA PUESTA EN ESCENA COMO MULTIPLICIDAD.

Poner en escena es algo más que la simple interpretación de unos actores de un texto dramático. Son múltiples los factores que entran en acción. Nuestra herencia de un teatro occidental ha señalado la preponderancia del histrión en desmedro del conjunto estético.

El montaje no es una puesta en el vacío, es revestir de apariencia material el drama. Es un acuerdo entre actor y espectador para que entre ambos, desde la acción y la imaginación, reconstruyan un evento.

El espectador reclama las franjas de imaginación que le corresponden por derecho propio. El actor y espectáculo son en verdad el pie que desata la tormenta imaginativa.

No ser tan exuberantes para decirlo todo, no ser tan parcos que no se diga nada.

A los cinco minutos de ingresar a la sala ya sabemos qué tipo de espectáculo teatral veremos.

Una obra de teatro que a los 15 minutos no ha logrado ubicarnos en la butaca ya no logrará en el decurso de la representación despertar nuestro interés.

En la mayoría de espectáculos a los 30 minutos el director suele agotar todos los recursos escénicos. Dosificar, preparar sorpresas, inquietar al espectador, deben ser preocupaciones constantes en plan general de puesta en escena.

Sin progresión no hay interés.

Ningún minuto, ningún objeto, ninguna palabra del espectáculo debe escapar a una intención y a un plan. Un director no puede realizar su obra Grosso modo. La generalidad es la enemiga del arte.

El director de escena es un creador, un artista, su exigencia estética no puede estar por debajo del rigor del músico o del pintor o del arquitecto.

Nuestra enfermedad en las puestas en escena radican en su teatralismo, en su afectación desmesurada, en sus recurrentes manierismos.

Hay actores -son legión- que no actúan, hacen monerías.

Nos queda de los primeros años escolares un recitado grandilocuente y ampuloso. Eso ocurre porque pocas veces nos encontramos con la verdad escénica. No sentimos emociones, las simulamos.

Actor y director, sin ser dramaturgos, deben poseer un amplio conocimiento de la dramaturgia y sus leyes, así como el dramaturgo posee conocimiento general del asunto escénico.

La intución es necesaria pero no suficiente, puesto que el teatro asume otras artes: Arquitectura, escultura, danza, pintura, poesía, literatura, teatro, música. Conocer y a veces profundizar en cada uno de estos campos es para el hombre de teatro una necesidad.

ELEMENTOS DE PUESTA EN ESCENA.

Se ha definido el drama como la representación de un conflicto, un conflicto de voluntades. Estos pueden ser de varias clases.

  1. Conflicto entre seres humanos.
  2. Conflicto hombre versus fatum.
  3. Conflicto Hombre versus Sociedad.
  4. Conflicto Hombre versus naturaleza.
  5. Conflicto entre animales.

Representación de un conflicto (contenido) desarrollado estéticamente (forma) en un mar de conflictos visuales y sonoros:

  1. Conflicto de formas.
  2. Conflicto de sonidos.
  3. Conflicto de volúmenes.
  4. Conflicto de colores.
  5. Conflicto de líneas.
  6. Conflicto de texturas.
  7. Conflicto de voces.
  8. Conflicto de movimientos.
  9. Conflicto de gestos.
  10. Conflicto de niveles.
  11. Conflicto de ritmos.
  12. Conflicto de espacios.
  13. Conflicto de luces.

Conflictos cuyo resultado debe ser la armonía, complejidad que busca lo bello al ojo y al oído. La puesta en escena es la expresión de una sensibilidad refinada.

"En el teatro hago aquellas obras que como espectador me gustaría ver" (Barrault)

GÉNEROS DRAMÁTICOS.

  1. Tragedia.
    1. Tragicomedia
    2. Farsa trágica.
  2. Drama.
    1. Melodrama
    2. Égloga.
    3. Loa.
    4. Auto Sacramental.
    5. Misterio.
  3. Comedia.
    1. Tragicomedia.
    2. Comedia musical.
    3. Paso.
    4. Sainete.
    5. Farsa Cómica.
    6. Jácara.
    7. Mojiganga.
    8. Juguete.
    9. Voudeville.
    10. Revista.
    11. Entremés.

El texto dramático no posee unas reglas precisas en su composición. Cada género no se encuentra en su asunto en estado puro. Todas las obras de Eurípides son trágicas, pero en algunas ya hay elementos de la comedia, como es el caso de Ifigenia en Aulide. Algunos temas de Aristófanes tienen un acento dramático. Shakespeare en sus grandes tragedias introduce siempre lo cómico para acentuar la fatalidad. La Comedia, tal vez por su gran aceptación entre el público, ha conocido un mayor número de cultivadores. Las variadas subdivisiones que presenta en gran parte son apenas caprichosas diferencias nominales. No hay nada distinto entre Jácara y Fábula. Tampoco hay una convención respecto a la extensión o división de una pieza teatral. Estas piezas teatrales las encontramos generalmente con estas divisiones.

Es interesante anotar que la pieza corta o de un acto se cultivó con gran éxito en España a partir del siglo XVII como divertimento en las grandes representaciones o como repertorio de las compañía trashumantes. Fue cultivada con poco éxito, pero con gran maestría, por el francés Jean Tardieu que la utilizó como medio de indagación y experimentación.

EL SIGNO.

Todo lo que sucede en la escena es falso. Es la representación de algo por medio de signos. Todo cuanto existe en la escena es significación y por lo tanto signo artificial, signo creado por el hombre para un fin: mirar y oír. (El teatro contemporáneo ha buscado con afán comprometer también el olfato).

La puesta en escena está desde el comienzo al servicio del signo. Para el director y el equipo todo debe sujetarse a ese plan, a "la espesura del signo".

La puesta en escena es el montaje de un vasto y complejo campo de códigos.

La expresión común "es una obra real como la vida misma" puede ser interesante, según los propósitos, pero no constituye la esencia de un criterio estético. Y ello es así porque el artista es un demiurgo que con su obra busca inventar universos. La mentira, la ficción, la otredad, son funciones excelsas del arte.

PARTICULARIDADES DE LA REPRESENTACIÓN.

FUNCIONES DE LA SONORIDAD.

  1. Abrir y cerrar escenas.
  2. Subrayar.
  3. Delimitar.
  4. Agrandar.
  5. Focalizar.
  6. Ilustrar.
  7. Crear atmosferas.
  8. Decorar.
  9. Demarcar géneros.
  10. Marcar ritmos.
  11. Narrar.
  12. Anticipar.
  13. Configurar personajes y caracteres.
  14. Asumir personajes.

CAPITULO CUATRO

EJERCICIO MODELO

A: Había demasiada tierra...
B: Ya es de noche.
A: Uno, dos, tres...
B: Silencio...
A: Y la hierba aún no alcanza a crecer
B: ¿Qué es?
C: Este es el sitio.

EJERCICIO 1.

Enumere diez signos artificiales y diez naturales.

EJERCICIO DE PUESTA EN ESCENA.
(Sobre "El Hermafrodita dormido". De Fernando González)

Fernando: El 4 de Agosto de 1933 enterré en una matera un papelito con la promesa de no enojarme durante un mes.

Mujer: !Por Dios Fernando! La promesa de no enojarte está muy bien. Pero por favor, le harías un bien a la familia si la cambiaras por la promesa de no fumar.

Fernando:!Eso es una monstruosidad Margarita! No hay ser humano que pueda aguantar un mes sin fumar.

Mujer: Es cuestión de renunciar, Fernando. Necesitas una disciplina.¿Donde está ese hálito divino de que hablas? Ten. (Le entrega dos papeles)

Fernando: ¿Qué es?

Mujer: No volver a fumar y no volver a emitir juicios.

Fernando: Esta bien, pero sólo por un mes, Margarita.

(Solo) Hechos, hechos. La conquista de mi mismo. (PAUSA LARGA) Hace hora y media que ni fumo ni pienso. No pienso, luego soy. (PAUSA) Hoy voy a quemar mis cigarrillos. (PAUSA) No enojarme, no fumar, no emitir juicios.(PAUSA) Un hombre que después de desayunar no se toma un tinto y se fuma un cigarrillo lo deberían de fusilar. (PAUSA) Ya estoy emitiendo juicios y me estoy enojando. (PAUSA) Hace tres horas que no fumo (PAUSA) La familia me es insoportable porque la amo. Si no hay fortaleza dentro somos un sarcófago lleno de huesos y camisa. Me duele no juzgar, no enojarme y no fumar.(PAUSA) La vida sin fumar carece de interés. (PAUSA) Allí está, lo veo, allí está ese viejo sentado y reposado. Ahí está el viejo, qué sano es, qué apacible...consume alcohol ...fuma y emite juicios reposados acerca de todo. !Me mata la pasión de juzgar! (PAUSA) Voy a quemar estos cigarrillos. Cuando los queme se levantarán volutas de humo como en un sacrificio. (PAUSA) Me voy a enojar, voy a seguir emitiendo juicios. (PAUSA. ENCIENDE UN CIGARRILLO)

NORMAS SOBRE EL EJERCICIO:

NO SE PUEDE.

SE PUEDE.

PUNTO FINAL

Hemos querido con este material literario realizar enunciados que serán desarrollados en el transcurso del Taller. Nuestra experiencia teatral está limitada a un país y a unas condiciones especificas, por lo tanto intentamos escapar de los viejos manuales académicos, abigarrados tratados, donde la puesta en escena se analiza desde los modos de producción y condiciones materiales de la vieja Europa.

Nuestro teatro está aquí y ahora y partimos de nuestras propias condiciones, siguiendo los lineamientos universales. La interpretación de la teoría del color, a guisa de ejemplo, no puede ser meramente subjetiva, pues pertenece, en sus variaciones culturales, a convenciones ya estudiadas y convenidas.

He seguido, como digo, una base universal, pero asumo que el Taller hará énfasis en las necesidades de grupos y directores de los municipios del Oriente antioqueño, por lo tanto mantenemos una pretensión pedagógica.

Uno de los grandes dificultades de nuestro teatro, aparte de las ya consabidas penurias económicas, es la páuperrima infraestructura espacial. Hay en los Municipios de Antioquía grupos de teatro que realizan su trabajo en locales inadecuados, a veces por entre el ruido de vitrolas y camiones. A veces lugares húmedos, o demasiado cálidos,

andenes llamados escenarios, como si la juventud de nuestro país y quienes buscan mejores aires de vida constituyeran el último rescoldo humano.

No sólo nuestro deber es incrementar la calidad estética, hacer cada vez mejores obras, es también nuestro deber, de cada actor, de cada director, de cada grupo, entablar la pugna contra la ignorancia y el desgobierno. En necesario insistir para educar a ingenieros y arquitectos en la construcción de espacios adecuados. En nuestro medio se hacen "teatros" con los mismos planos de las plazas de mercado.

No sobra insistir que una adecuada "puesta en escena" parte de la base de un espacio adecuado para ensayos y representación.

El principio del teatro es la danza, su fin último es la poesía.

Medellín. Agosto. 1996.