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Matacandelas sobrenatural

Es la puesta en escena de un cuento homónimo de Edgar Allan Poe.

Esta noche estrenan La caída de la casa Usher, en el Matacandelas.

El montaje contó con la dirección de Luigi María Musati.

Por John Saldarriaga

Una misa de muertos. Una visita a un mundo fantasmal. Eso es La caída de la casa Usher, de Edgar Allan Poe. La cual fue llevada a escena por el Teatro Matacandelas.

En este cuento, uno de los más conocidos del autor estadounidense y más valorado por la excelente narrativa, se cuenta la historia de un joven caballero que es invitado al viejo caserón de un amigo de la adolescencia, Roderick Usher, artista enfermizo y excéntrico que vive completamente recluido en compañía de su hermana, Lady Madeline, también delicada de salud.

El hombre vive presa de una enfermedad indefinible, lo que hace a todos temer por su vida. Sin embargo, muere primero su hermana.

Sus restos mortales son depositados en una cripta, pero no tardan en producirse terribles acontecimientos que desembocarán en un trágico final.

Por qué La caída

No es la primera vez que Luigi María Musati dirige este grupo de Medellín.

Hace cinco años lo hizo con Medea, de Séneca. Y había quedado el compromiso de volver a dirigirlos.

Hubieran podido continuar con las tragedias -dice Musati-, pero pesaba entre todos -el Matacandelas y él- la inquietud de llevar a escena una obra de Edgar Allan Poe, el maestro de lo sobrenatural, de lo extraordinario.

Escogieron La caída de la casa Usher.

Tonta y recurrente sale la pregunta de por qué este cuento y no otro cualquiera.

Tonta porque seguramente aparecería en caso de que la puesta en escena fuera de Los crímenes de la calle Morgue, de William Wilson o de cualquier otro relato.

Pero la respuesta del italiano valoriza la inquietud.

"Primero, porque me gusta. Es mi preferido".

Y a continuación explica que lo es por su calidad narrativa y porque condensa en sí todos los elementos simbólicos recurrentes de la obra de Poe: la casa, lo femenino, la muerte que no es muerte -como en el cuento Enterrado vivo-, la Luna, la oscuridad...

Además, continúa el director, porque estamos en tiempos de caída.

Vivimos una crisis de la civilización, la cual no es otra cosa que una mansión en ruinas.

Puesta en escena

Para hacer teatro con este cuento, Musati partió de un análisis estructural, de un estudio hermenéutico.

Entendió que "en el título está todo: The Fall of the House of Usher", en el original en inglés.

The fall significa al mismo tiempo la caída y el otoño.

The house, la casa, puede ser el cuerpo, que se desmorona. Y eso de que el apellido de la familia sea también el nombre de la casa, se repite en algunos casos como Hades, que es mismo tiempo el nombre del infierno y de su rey.

Y puede parecer inocuo traducir un apellido, pero Luigi María Musati se dio a la tarea de hacerlo. Encontró que Usher era el apellido de James, un arzobispo anglicano de Irlanda del siglo XVII, que escribió los Annales Veteris Testamenti, a prima mundi origine (Anales del Antiguo Testamento, a partir de la primera hora del origen del mundo), que compara la Bibliacon las cronologías históricas y dice que la creación del mundo ocurrió el 23 de octubre de 4.004 a.C., al mediodía.

Y recordó que es tradicional en el teatro inglés que los apellidos de los personajes encerraran alguna característica de éstos.

Usher quiere decir el ujier, el guardián del umbral.

En fin, como Edgar Allan Poe fue un maestro del criptograma -un caso memorable es el del cuento El escarabajo de oro, que tiene su esencia en una escritura secreta-, Luigi considera que es preciso leer su obra tratando de descubrir... "no trampas, sino pistas, indicios", y es en estos indicios que él se basa para encontrar lo representable en un escenario.

Dicho sea de paso, como el autor de Las aventuras de Arthur Gordon Pym fue periodista también, Musati lo define como un narrador que ante todo busca el efecto, el sensacionalismo.

Música

Y siguiendo con ese análisis estructural, el director no ve dos personajes o tres como un lector desprevenido: los dos hermanos y el visitante. Ve cuatro: la casa también es un ser viviente que se va muriendo.

Pero es preciso ir al Teatro Matacandelas a ver cómo consiguen Luigi María Musati y el grupo la intervención de 13 actores, 13 personajes en la puesta en escena de un cuento en el que no hay tantos.

El italiano -quien fue componiendo la dramaturgia con base en los ensayos-, encuentra también importancia en la relación de los dos hermanos Usher. Son hermanos, pero también son como esposos.

Y por esta vía llega a la mente del italiano la historia de Isis y Osiris, leyenda egipcia y otros casos.

Musati sostiene que la obra de Poe está compuesta como una ópera. Es decir, piensa que es muy musical. Y en este cuento con mayor razón.

Por eso considera que la relación tan fuerte que tienen con la música los integrantes del Matacandelas -donde cada uno tiene el requisito de interpretar al menos un instrumento- es fundamental para la puesta en escena de este cuento.

No se diga más. Ésta es una nueva propuesta del Matacandelas, sobrenatural por tratarse de una pieza narrativa de Edgar Allan Poe y porque en este grupo teatral no hay lugar para autores que no sobrecojan el espíritu. Que no estremezcan el corazón y el cerebro hasta hacerlos crujir.

Esta noche es el estreno de La caída de la casa Usher.