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Tiempo para la Patafísica

El Colombiano, martes 29 de noviembre 2005

Autor Cristóbal Peláez Profesión: Director de teatro Nacionalidad: Colombiana

Contexto - La Patafísica. ¿Qué es eso? ¿Una ciencia, un arte, una gozadera, otras forma de ver el mundo?

Cristóbal Peláez González, director del Colectivo Teatral Matacandelas, tiene el cargo, además, de Evangelizador del Altíssimo Instituto de Estudios Patafísicos y en este Ex libris se refiere al tema, y recuerda, claro, la obra de Alfred Jarry, su fundador, gracias a su novela Gestas y opiniones del Doctor Faustroll, que logró un interesante rompimiento, como lo verán en esta nota de un Patafísico de tiempo completo.

Irreverencia, locura, pérdida de tiempo, el arte de lo inútil, dirán algunos, lo cierto es que el movimiento de la Patafísica en el mundo cada vez logra un mayor número de seguidores. En Europa su presencia es fuerte (nunca masiva), lo es también en Argentina. En Medellín, se han dado algunos pasos importantes. Además de Alfred Jarry, han sido ilustres patarios, entre otros, personajes como Jacques Prevert, Umberto Eco, Boris Vian, Marcel Duchamp, Eugene Ionesco...

El grupo Matacandelas tiene una obra, Juegos Nocturnos 2, Velada Patafísica, ¿de Alfred Jarry? que recuerda este pensamiento, que tiene santoral propio y en el cual no hay ninguna certeza, porque allí todo puede ser posible. Fue originado por un hombre que coleccionaba palabras.

Alfred Jarry era un gran coleccionista de palabras de su invención, un espíritu juguetón que se proponía una enciclopedia personal en negativo.

Aquellos términos que no aparecen en el diccionario constituían su glosario particular, una gramática de la Fantaciencia. Desde muy joven, en su época liceísta, con los hermanos Morín empezó, pura recocha, puro divertimento, su obsesión por un personaje esperpento de tiranía y procacidad que se alzaba como réplica bufa de su profesor de física y que poco a poco se fue transformando hasta adquirir la contextura pantagruélica de Ubú. Un clásico ya para la humanidad.

Con Ubú Rey en la noche del 10 de diciembre de 1896 se quiebra la escena convencional y nace un nuevo teatro que ha de influenciar los movimientos artísticos de comienzos del siglo XX, entre ellos Dadá y el surrealismo. Aquella singular noche que comenzó con la palabra Mierdra el escenario del Teatro de l'Oeuvre se estremeció en una segunda Batalla de Hernani. Entre los presentes Mallarmé saludó con entusiasmo y W.B. Yeats constató desconsolado que ya no era posible seguir escribiendo lo mismo, "Después de nosotros, el dios salvaje".

El Dios Salvaje, que nunca se bajaba de su bicicleta ni de sus dos revólveres hermosos como literatura, que vivía en la suciedad de un cuarto de 1.50 de altura, que solía comer de lo que pescaba en el Sena y se tambaleaba en el exceso de la ebriedad con absenta, tuvo la ocurrencia de acuñar en la segunda escena del Ubú Cornudo el término Patáfísica, una palabra que lo entusiasmó y dio origen a su magistral novela simbolista Gestas y opiniones del Doctor Faustroll, Patafísico, toda la carnadura filosófica y estética de la nueva ciencia.

Pero el mundo intelectual francés, fiel a la tradición de despreciar a sus grandes poetas, piénsese en Flaubert, en Baudelaire, en Rimbaud, acabó por olvidarse de Alfred Jarry. Roger Vitrac y Antonin Artaud intentan recuperar su memoria fundando a su nombre un teatro que no lograría tener ni larga vida ni trascendencia.

El gran acontecimiento sucede el 11 de mayo de 1948 justamente para celebrar el cincuentenario del Doctor Faustroll con la creación del College de Pataphysique por iniciativa del Dr. I. L. Sandomir y Jean Hugues Sainmont, como una sociedad de investigaciones eruditas e inútiles.

Desde entonces, en torno al Colegio, se ha movido un cardumen ilustre de patarios y sátrapas entre los que se destacan Jacques Prevert, Umberto Eco, Boris Vian, Marcel Duchamp, Eugene Ionesco, Georges Perec, Man Ray, Italo Calvino, Max Ernst, Jean Dubuffet, Michel Leiris, Miró, René Clair, Julián Torma. Ellos han ido construyendo todo el edificio teórico y literario de una ciencia a la cual se le puede reconocer que posee el mayor tesoro impreso del siglo XX.

El Colegio ha elaborado su propio calendario que se compone de trece meses, cada uno de 28 días: Absoluto, Ha ha (2), As (3), Arena, Descerebraje (4), Hocico, Pedal, Clinamen (5), Palotín, Mierdra, Gidouille (6), Tatana, Falo.

El 29 de Cada mes es el Hunyadi, día imaginario consagrado al nombre de Ubú, la marea Terrestre, el error, etc. La Era Patafísica (estamos en el año 133) se cuenta a partir del nacimiento de Alfred Jarry, el 8 de septiembre de 1873.

El santoral que día a día llena los 13 meses es radicalmente contrapuesto al calendario vulgar, allí están entre los cientos: San Luciano de Samosata, San Alambique, San Lewis Carroll, San Mentiroso Obispo, San Quijote Campeón del Mundo, Los Santos Asesinos, San Nietzsche, San Edgar Allan Poe, San Landrú ginecólogo, San Antropoide policía, San Miembro compilador, San Maldoror corsario de los cabellos de oro, San Erik Satie, Los Santos Intestinos consejeros íntimos, Los Santos Caníbales filántropos, San Van Gogh, y toda la constelación de personajes del universo de Jarry: Achrás, padre y madre Ubú, Faustroll, El mono papión Care Nalga -este tiene cuatro días consagrados incluyendo su trágico estrangulamiento y su gloriosa resurrección-, Santa Visitado, San Bordura, etc.

El Colegio cuenta ya con medio centenar de institutos en todo el mundo, el más notable está en Argentina, Novísimo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Ubuenos Aires que importa la Patafísica a América de la mano de Esteban Fassio (Serenísimo Propagador) y Albano Rodríguez (Regente de Náutica Terrestre) con dos misiones específicas: lograr que el gobierno declare a la Patafísica como una ciencia de inutilidad social y convencer a Borges de recibir la máxima distinción de Sátrapa. Ambas misiones fracasaron.

Entre Bogotá y Chodes (España), con línea que ya cruza a Medellín existe el Altíssimo Instituto de Estudios Patafísicos La Candelaria.

En su inutilidad la Patafisica insiste en que la ciencia es simplemente una cuestión administrativa (¿No decía Flaubert: Y si la ortografía fuera una broma? ¿Y Rimbaud: Y si el latín fuera un invento?). El cargo es lo importante (allí donde no llega el hombre llega la administración) y en el Colegio y en sus Institutos los cargos son casi infinitos como las materias que investiga: Curador Inamovible (Faustroll), Vicecurador (Lo han ocupado el Doctor de Sandomir, Su magnificencia Opach, El Barón Mollet y en la actualidad Lutembi, un cocodrilo que habita en las aguas del lago Victoria y transmite órdenes al Colegio con señales en la arena), Cuerpo de Sátrapas, Cámara de Rogadores, Proveditores.

Pero.. ¿Qué es la Patafísica? No es una moral, no es un movimiento estético, no es una secta secreta, no es una ideología.

Tres elementos distinguen a un patafísico: el rigor, la creación, el juego.

Jarry definió la Patafísica como la ciencia de las soluciones imaginarias, una ciencia proclive a la excepción y a la singularidad. O para ser más exactos: Es la ciencia que se añade a la metafísica, bien sea en ella misma, bien sea fuera de ella misma, y se extiende más allá de ésta, tan lejos como ésta se encuentra de la física.

La Patafísica es la ciencia de las aplicaciones, ejemplo, mediante la Patafísica usted puede transferir un estado de profunda melancolía de una fecha a otra.

Para la Patafísica el cuerpo humano es un vehículo necesario porque sostiene los vestidos y los vestidos son necesarios porque tienen bolsillos.

  1. En la Patafísica no existe la palabra muerte: ocultación.
  2. Las únicas palabras del mono Papión "Cara de nalga" en Faustroll.
  3. La embarcación en que navega Faustroll.
  4. Pasatiempo favorito de Ubú.
  5. La inclinación del átomo en su caída.
  6. Panza, también Espiral, imagen de la Patafísica.