Información: (+57) 350 215 11 00 (WhatsApp)
- Festival SALAS EN CONCIERTO, Cali, 2001
|
Los lectores de la pieza dramática Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores se sorprenderían con la “traición” al texto original en esta lectura escénica que realiza el Teatro Matacandelas.
Recordando a Georges Perec que se proponía fundar el Instituto de Prótesis Literaria, para reescribir a los clásicos, consideramos, que el Teatro de hoy está obligado a leer desde otras nuevas posibilidades la dramaturgia universal. Si en siglos anteriores el teatro fue por esencia el ámbito del histrión hoy se configura como el espacio del artista, donde intervienen a plenitud las ciencias del lenguaje. Desde este punto de vista hemos echado una mirada a esta “Doña Rosita¨, no para ponerla a punto con el denominado teatro moderno, sino antes bien, como una mirada particular, personalísima por parte de nuestra compañía teatral.
Hemos renunciado a lo pintoresco para hacer un mayor énfasis en la idea dramática. Nos siguen obsesionando los temas de la soledad, de la incomunicación, del desamor, del tiempo que transcurre estúpidamente. Se ha establecido que la condición fundamental para definir el género trágico es el desenlace fatal de sus protagonistas, allí el infortunado debe purgar con su muerte. Más trágico aún cuando la víctima es condenada a seguir viviendo.
De aparente sencillez Doña Rosita la soltera sin embargo pertenece al período de mayor perfección literaria del poeta, fue representada por primera vez en 1935 un año antes de caer asesinado, y presupone ya unos giros estilísticos en la escritura con abundantes elementos simbolistas.
El Teatro Matacandelas ha dedicado esta puesta en escena a la Familia Moya de Madrid, una familia que es como decir España toda, la generosidad toda, el amor todo. A través de los Moya el espíritu de la poesía de García Lorca sigue vivo en el hombre.